Verano de 1977. Bea tiene 16 años y se suma a los aires de cambio que recorren el país: colabora con un grupo de mujeres para visibilizar la causa feminista y lograr la aprobación del derecho al aborto. La rebeldía que siente en la sangre se mezcla con un sentimiento inesperado que trastoca su mundo interior. A lo largo de estos meses, Bea entabla una amistad muy especial con Miren, una chica algo mayor que ella y de buena familia. Su compromiso político y su relación con Miren convierten ese verano en una etapa que marca un antes y un después en su vida.